sábado, 11 de octubre de 2008

La primera audiencia de Juicio Oral del Estado de Morelos

Por Manuel Granados Quiroz
Eran casi las diez de la mañana de aquel veinticinco de agosto de dos mil ocho, arribaban a la sala de juicio oral el equipo de fiscales de la Procuraduría de Justicia del Estado ya preparados para el debate, minutos antes ya habían hecho lo propio los Defensores de Oficio, quienes sin tener un titular que los dirigiera, se veían nerviosos como todos los presentes. Y el acusado? Se preguntaban unos y otros, este aun no arribaba ya que el bloqueo de los maestros en el primer cuadro de la ciudad, impedía que se acercara el vehiculo en el cual era custodiado y trasladado el imputado desde el centro de ejecución de medidas, lugar en el cual había permanecido ya seis meses desde su detención.

El calor era implacable, no obstante lo temprano de la mañana. Que bonita les quedó! Comentaban algunos abogados a la Magistrada Ana Virinia Perez Guemes, quien orgullosa y satisfecha veia el resultado de su trabajo en los últimos 8 meses al frente del Tribunal de Justicia para Adolescentes. Ya eran mas de las diez de la mañana y éste todavía no llegaba. El fiscal Manuel Granados Quiroz se acomodaba junto con su equipo de investigadores en su lugar, El Abogado Jorge Hernández Olvera hacia lo propio junto al resto de la Defensa Oficial, un murmullo se escuchó en el pasillo, sí, acababa de llegar el Adolescente acusado, quien seria juzgado ese día y estrenaría la sala de Juicio Oral, dando paso al nuevo sistema acusatorio adversarial en esta etapa de enjuiciamiento a la vista de todos y frente a un juez.

Momentos mas tarde, llegan al Tribunal la victima y sus familiares. Eran escoltados por Policías Ministeriales quienes los habían traído desde la región oriente para rendir testimonio, la seguridad que se les brindaba era con el fin de evitar contacto con los familiares del Adolescente acusado y que el menor ofendido no fuera a sufrir alguna impresión.

Finalmente aparece frente a la audiencia la Jueza Erica Juárez Portillo vistiendo una toga negra. La administradora de sala llama la atención del publico invitándolos a ponerse de pie y mostrar respeto a su señoría, da los buenos días y se sienta en su sillón. La Jueza da lectura al protocolo de apertura y toma con su diestra el mazo de madera para golpear la mesa iniciando con esta formalidad, la primera audiencia de Juicio Oral en el Estado de Morelos.

La fiscalia para exponer sus alegatos iniciales, el ministerio publico promete acreditar mas allá de cualquier duda razonable que existen elementos del cuerpo del delito y de la plena responsabilidad del Adolescente a juzgar. Después, lo hace la defensa oficial quien insiste en la inocencia de su representado.

Se presentan ante la juez los testigos que declararan, ella, los exhorta a no comunicarse entre si y los conduce a una sala cercana, El fiscal solicita que a la victima se le garantice su seguridad y confidencialidad para asegurar su integridad y normal desarrollo. Es ahora su turno para declarar. Se trata de un niño de ocho años quien entra a una sala contigua donde es monitoreado por un circuito cerrado de televisión, también entra una ministerio publico, una defensora y la psicóloga del menor. La juez prueba el sonido de la sala adjunta llamando la atención del niño llamándolo por su nombre, este responde con un: Mande!. La audiencia que se encontraba en la sala de juicio oral, emite un sonido que muestra la ternura que les causa la reacción del chiquillo.

El ministerio publico especializado en adolescentes inicia su interrogatorio, mas que ello parece una charla informal, toda la audiencia que observa en el monitor la declaración que esta rindiendo el niño, se cautiva por la claridad de su exposición y reacciona ante los detalles de cómo ocurrio el ataque sexual que sufrió y que en esos momentos la victima los recuerda y los narra.

Termina su declaración, y el menor ofendido sale; ahora declara su madre; después su tía; luego la psicóloga y al final declara el medico legista. Los interrogatorios del MP y los contra interrogatorios de la defensa, muestran la nueva forma de desahogar las audiencias orales. Es un combate adversarial en el cual cada parte trata de probar su caso, en unas ocasiones subido de tono, en otras de una manera mas fluida, pero siempre de manera respetuosa y con base en las reglas establecidas. Los abogados presentes en la audiencia susurran comentarios respecto a las habilidades de litigación que muestran las partes, unos se miran satisfechos, algunos se muestran sorprendidos, otros lo ven como un reto ante lo que viene, unos mas –quizás los menos- lo ven con desden y presumen que ellos lo podrían hacer igual o tal vez mejor.

Al final de la audiencia, la juez escucha los alegatos de clausura tanto de la fiscalia como de la defensa y nuevamente imprime su fuerza en el mazo para dar por concluida la primera audiencia de debates de juicio oral en el Estado de Morelos. Será en las próximas horas que también de manera oral, dará su veredicto.